lunes, 27 de febrero de 2012

HUESOS

El hueso es un órgano firme, duro y resistente que forma parte del endoesqueleto de los vertebrados. Está compuesto principalmente por tejido óseo, un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células, y componentes extracelulares calcificados. Hay 206 huesos en el cuerpo humano. Los huesos también poseen cubiertas de tejido conectivo (periostio) y cartílago (carilla articular), vasos, nervios, y algunos contienen tejido hematopoyético y adiposo (médula ósea).

Tipos:
Los huesos se componen de un tejido vivo llamado tejido conectivo.
Los huesos se clasifican en:
  • Huesos Largos.- presentan una forma cilíndrica, predomina la longitud sobre el ancho y grosor, se dividen en tres porciones un cuerpo y dos extremos (proximal y distal), generalmente se encuentran en los miembros locomotores. Ejemplo: húmero, fémur, metacarpos, etc.
  • Huesos Cortos.- presentan una forma cuboide, siendo que ninguna de sus dimensiones predomina, su función es de amortiguamiento. Ejemplos: huesos del carpo y tarso.
  • Huesos Planos.- su principal característica es que son más anchos y largos que gruesos, su función es la de proteger tejidos blandos e inserción de grandes masas musculares. Ejemplos: escápula u omóplato, huesos del cráneo y coxal.






  • Huesos Irregulares.- no presentan forma o división predominante para su agrupación, son impares y se localizan en la línea media, sus funciones son variables aunque la de mayor importancia es la protección del sistema nervioso central. Ejemplos: vértebras, occipital, falange distal.


Tipos de tejido óseo:
Los huesos poseen zonas con diferente densidad de tejido óseo que se diferencian macroscópicamente y microscópicamente en áreas de hueso compacto y áreas de hueso esponjoso, no existen límites perfectamente marcados entre las dos áreas existiendo entre ellos una pequeña zona de transición.

Hueso compacto (cortical)

El hueso compacto o cortical forma la diáfisis (la porción alargada de los huesos largos que queda en el medio de las epífisis o porciones distales de los mismos). Aparecen como una masa sólida y continua cuya estructura solo se ve al microscopio óptico. Su matriz ósea mineralizada esta depositada en laminillas, entre estas se ubican las lagunas con los osteocitos (cada laguna con el osteocito es llamada osteoblasto), desde cada una se irradian canalículos (conductillos muy delgados), ramificados que las comunican y permiten la nutrición de los osteocitos (recordemos que esto es importante ya que los osteocitos se encuentran rodeados de matriz mineralizada que no permite la difusión de nutrientes al osteocito).

Hueso esponjoso (reticulado, trabecular)

El hueso esponjoso o trabecular no contiene osteonas, sino que las láminas intersticiales están de forma irregular formando unas placas llamadas trabéculas. Estas placas forman una estructura esponjosa dejando huecos llenos de la médula ósea roja. Dentro de las trabéculas están los osteocitos, los vasos sanguíneos penetran directamente en el hueso esponjoso y permiten el intercambio de nutrientes con los osteocitos. El hueso esponjoso es constituyente de las epifisis de los huesos largos y del interior de otros huesos.




Funciones

Los huesos poseen varias funciones en el organismo humano. Ellas son:
  • Actúan como sostén: Los huesos forman un cuadro rígido, que se encarga del sostén de los órganos y tejidos blandos.
  • Permiten el movimiento: Gracias a los músculos que se fijan a los huesos a través de los tendones, y a sus contracciones sincronizadas, el cuerpo se puede mover.
  • Protegen a los órganos: Los huesos forman diversas cavidades que protegen a los órganos vitales de posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo o calota protege al cerebro de posibles golpes que pueda sufrir éste, y la caja torácica (o sea, las costillas y el esternón), protegen a los pulmones y al corazón.
  • Homeostasis Mineral: El tejido óseo se encarga del abastecimiento de diversos minerales, principalmente el fósforo y el calcio, que son muy importantes en funciones que realiza el organismo como la contracción muscular, lo cual es el caso del calcio. Cuando uno de éstos minerales es necesario, los huesos lo liberan en el torrente sanguíneo, y éste lo distribuye por el organismo.
  • Contribuyen a la formación de células sanguíneas: La médula ósea o roja, que se encuentra en el tejido esponjoso de los huesos largos (como por ejemplo la pelvis, las vértebras, etc), se encarga de la formación de glóbulos rojos o eritrocitos. Este proceso se denomina hematopoyesis.
  • Sirven como reserva energética: La médula ósea amarilla que es el tejido adiposo que se encuentra en los canales medulares de los huesos largos, es una gran reserva de energía.
MUSCULOS

Los músculos son los motores del movimiento. Un músculo, es un haz de fibras, cuya propiedad mas destacada es la contractilidad. Gracias a esta facultad, el paquete de fibras musculares se contrae cuando recibe orden adecuada. Al contraerse, se acorta y se tira del hueso o de la estructura sujeta. Acabado el trabajo, recupera su posición de reposo.

Tipos de Músculos

Las funciones corporales exigen que los músculos lleven a cabo tareas distintas. Es por ello que existen tres tipos diferentes: los músculos voluntarios (o estriados o esqueléticos), los músculos involuntarios (o lisos) y el músculo cardíaco (o miocardio).

- Músculos voluntarios: mantienen unido el esqueleto (por eso se les conoce también como esqueléticos) con la ayuda de los tendones. Son los que le dan forma al cuerpo y lo ayudan con los movimientos diarios.
A los músculos voluntarios se les denomina también estriados, porque están conformados por fibras (células), que tienen franjas (estrías) horizontales que se pueden ver con un microscopio. Sus fibras, además, se caracterizan por ser estrechas, largas y agruparse por miles o cientos. Cada una mide desde 1 mm hasta 4 cm de largo y unas pocas milésimas de milímetro de ancho. Poseen todos los componentes normales de cualquier otra célula del cuerpo, pero presentan dos diferencias: una de ellas es que su número de mitocondrias (donde se produce la respiración celular) es mayor, porque estas deben suministrar la gran cantidad de energía que necesita el músculo, y la otra diferencia está en la existencia de miofibrillas, también en un número mucho mayor al normal (varios cientos).
Los músculos voluntarios (se les llama así porque podemos controlar sus movimientos) son los mayoritarios, ya que son 600 de los 650 músculos que hay en el cuerpo.
Son los que nos permiten realizar la función locomotora, en la que el sistema óseo es el componente pasivo (soporte), y los músculos, el activo, debido a que se contraen, generando el movimiento.
Como los músculos voluntarios están unidos al hueso se les ubica, principalmente, en las piernas, los brazos, el abdomen y el pecho.
Se caracterizan también porque se pueden contraer rápidamente y con fuerza, por eso se agotan con facilidad y deben descansar entre esfuerzos.


- Músculos involuntarios: están compuestos de células con forma de huso (angostas y alargadas) y de apariencia lisa (de ahí su otra denominación). Esto último porque carecen de estrías transversales, aunque muestran débiles estrías longitudinales.
Se caracterizan por su acción involuntaria (razón por la cual se denominan así), la que es activada por el sistema nervioso y las hormonas.
En la contracción misma, estos músculos funcionan de manera parecida a los esqueléticos, pero demoran más en contraerse. Además, los involuntarios pueden permanecer contraídos durante más tiempo, porque no se agotan fácilmente. Los músculos lisos se localizan en los órganos internos (de aquí que también se llamen “viscerales”) y en los grandes vasos sanguíneos. Así, las paredes del estómago y de los intestinos son ejemplos de estos músculos, ya que permiten descomponer los alimentos y moverlos a través del sistema digestivo.


- Músculo cardíaco: se encuentra en las paredes del corazón, permitiendo que se realicen
las contracciones rítmicas y potentes que fuerzan a la sangre hacia el exterior de este órgano. Este músculo presenta características especiales, ya que se podría decir que su estructura es estriada, pero su contracción es involuntaria. Sin embargo, hay que hacer algunas precisiones en ambos aspectos. En el caso de la apariencia de las fibras que lo componen, si bien en sus células están presentes estriaciones longitudinales y transversales imperfectas, difieren del músculo esquelético o estriado, sobre todo en la posición central del núcleo celular (o de la fibra) y en la ramificación de las fibras. Además, las fibras musculares del corazón poseen mayor cantidad de mitocondrias, pues el corazón no debe dejar de funcionar.
En cuanto a las contracciones, hay una diferencia en el tráfico de señales nerviosas (entre el músculo y el sistema nervioso), ya que estas deben ser más continuadas que frecuentes (si fueran frecuentes el corazón podría agotarse y morir). Además, este músculo, a diferencia del estriado y del liso, requiere de uno a cinco segundos para volver a contraerse.



Funciones
El músculo se encuentra en órganos que también están formados por otros tejidos, como el corazón e intestino, que contienen capas de tejido conjuntivo. El músculo esquelético suele formar haces que componen estructuras musculares cuya función recuerda a un órgano. Con frecuencia, durante su acción retraen la piel de modo visible. Del dorso Tales estructuras musculares tienen nombres que aluden a su forma, función e inserciones: por ejemplo, el músculo trapecio se llama de este modo porque se parece a la figura geométrica de este nombre, y el músculo masetero (del griego, masètèr, 'masticador') de la cara debe su nombre a su función masticatoria. Las fibras musculares se han clasificado, por su función, en fibras de contracción lenta (tipo I) y de contracción rápida (tipo II). La mayoría de los músculos esqueléticos están formados por ambos tipos de fibras, aunque uno de ellos predomine. Las fibras de contracción rápida, de color oscuro, se contraen con más velocidad y generan mucha potencia; las fibras de contracción lenta, más pálidas, están dotadas de gran resistencia.
La contracción de una célula muscular se activa por la liberación de calcio del interior de la célula, en respuesta probablemente a los cambios eléctricos originados en la superficie celular.
Los músculos que realizan un ejercicio adecuado reaccionan a los estímulos con potencia y rapidez, y se dice que están dotados de tono. Como resultado de un uso excesivo pueden aumentar su tamaño (hipertrofia), consecuencia del aumento individual de cada una de las células musculares. Como resultado de una inactividad prolongada los músculos pueden disminuir su tamaño (atrofia) y debilitarse. En ciertas enfermedades, como ciertas formas de parálisis, el grado de atrofia puede ser tal que los músculos quedan reducidos a una parte de su tamaño normal.
Distrofia muscular, enfermedad incapacitante caracterizada por una degeneración creciente del músculo esquelético. Su curso clínico es progresivo; con el paso del tiempo aumenta la debilidad, y disminuyen la funcionalidad y la masa muscular hasta que el paciente necesita una silla de ruedas para desplazarse.
La distrofia muscular facio-escápulo-humeral afecta a ambos sexos por igual. Produce atrofia y debilidad en la musculatura de la cintura escapular y de los miembros superiores. Los síntomas se inician al principio de la pubertad, pero en los primeros años de vida ya puede apreciarse la característica debilidad de los músculos faciales. La mayoría de los pacientes son capaces de caminar hasta edades avanzadas.
Sistema muscular
Comprende el conjunto de músculos que integran el organismo.
Los músculos esqueléticos se caracterizan principalmente por realizar diversas funciones, de tal manera que podemos encontrar músculos abductores, aductores, extensores, flexores, rotadores, etc.